ANTEQUERA — Al pie de la Peña de los Enamorados, donde la historia y la piedra caliza se entrelazan, la Sección Local de URE en Antequera mantiene viva una tradición que combina tecnología, geografía y pasión: la radioafición. Dirigida por Francisco García García (EC7KW), esta sección malagueña ha hecho del terreno andaluz su mejor aliado en el aire.
Lejos de limitarse al QTH, el grupo ha asumido un enfoque dinámico y topográfico: la activación de vértices geodésicos. Esta actividad —que une deporte, técnica y estrategia— les ha llevado a ubicar su señal en lugares tan simbólicos como remotos.
Donde las torres hablan
En noviembre de 2008, los radioaficionados antequeranos ascendieron a la Torre del Hacho, una antigua atalaya árabe que vigila las afueras de la ciudad desde tiempos de al-Ándalus. Con el indicativo VGMA-019 / DME 29015, esta activación no solo marcó coordenadas, sino también una declaración de intenciones: la radio puede —y debe— dialogar con el patrimonio.
Poco después, en diciembre de ese mismo año, repitieron la hazaña desde El Toril (VGMA-145 / DME 29088), y en marzo de 2009, conquistaron el Romeroso (VGMA-049 / DME 29032), ampliando así su mapa de actividades y reforzando el compromiso con una práctica que exige tanto planificación como espíritu colaborativo.
Más allá de la antena
La página web del grupo —seccion.antequera.ure.es— es testimonio de su modesta pero vibrante trayectoria. En una época dominada por redes digitales y satélites comerciales, resulta casi contracultural encontrarse con un grupo de operadores que aún valoran el contacto humano detrás de cada indicativo, el paisaje detrás de cada coordenada.
En lugar de perseguir la novedad tecnológica sin pausa, los miembros de EA7URA Antequera parecen haber optado por una forma más sólida de progreso: subir montes, alzar mástiles, y escuchar.
Leave a comment
All comments are moderated before being published.
This site is protected by hCaptcha and the hCaptcha Privacy Policy and Terms of Service apply.