En la ciudad donde las piedras hablan, donde un teatro romano aún vibra con aplausos y los puentes siguen cruzando el mismo río desde tiempos de Augusto, la radioafición no es anacronismo: es continuidad. Desde la antigua Augusta Emerita hasta el indicativo EA4URM, Mérida lleva más de dos mil años siendo punto de encuentro, y hoy lo sigue siendo… por el aire.
A los mandos de esta emisora cultural y técnica se encuentra Pedro Garrido Silva (EA4AKP), presidente fundador del Radio Club emeritense y actual responsable de la Sección Local de la URE Mérida, desde el año 2000. Su trayectoria es la de una ciudad que no se rinde al olvido. Empezó en los años 80 con un simple walkie de juguete, pasó por la CB-27 MHz, se fabricó sus primeras antenas a mano y, como los veteranos que fundaron esta ciudad, construyó su propio camino en el mundo de la radio.
Hoy Pedro se mueve con soltura en bandas WARC, 50 MHz, y lidera expediciones a castillos, islas de interior y monumentos, siempre con un grupo fiel de operadores del Radio Club URM. Pero no se queda ahí: es miembro activo de REMER (Red de Radio de Emergencias) desde 1994, y su visión de la radio como herramienta de servicio público lo convierte en mucho más que un operador. Es un transmisor de valores.
La sede de EA4URM se encuentra, simbólicamente, en el Centro de Profesores Francisco Pizarro, abierto los viernes por la tarde, en un edificio que forma parte de la Mérida moderna, pero mira al pasado con respeto y orgullo. Porque aquí, cada contacto, cada QSO, es también una forma de revivir historia. Como si desde el Teatro Romano, reconstruido con paciencia desde 1910, salieran no solo versos clásicos, sino también identificativos y señales digitales.
“La persona que visita Mérida y pasea por sus calles se sumerge en la historia” —escribe Pedro—. Lo mismo podría decirse de quien escucha su señal.
Desde el locator IM68, en plena CQ Zone 14, EA4URM no solo comunica: activa, educa, y honra la memoria. La de los antiguos legionarios, la de los radioaficionados que construyen antenas con pasión, y la de una ciudad que nunca dejó de hablar. Solo cambió el medio.
Leave a comment
All comments are moderated before being published.
This site is protected by hCaptcha and the hCaptcha Privacy Policy and Terms of Service apply.